¿Cuál es la capital de Azerbaiyán?

Bakú, la capital de Azerbaiyán, está situada en la costa occidental del mar Caspio. Es la mayor ciudad del país y un importante centro cultural, económico y político de la región del Cáucaso. Con más de dos millones de habitantes, Bakú desempeña un papel crucial en el desarrollo del país, gracias sobre todo a sus abundantes recursos petrolíferos y a su posición estratégica entre Europa y Asia.

Históricamente, Bakú siempre ha sido una importante encrucijada de civilización y comercio. Mencionada en textos antiguos desde el siglo I d.C., ha sido testigo del paso de numerosas civilizaciones, desde el Imperio Persa hasta el Imperio Otomano, pasando por el Imperio Ruso. La diversidad de influencias culturales se refleja en la arquitectura de la ciudad, donde los edificios modernos conviven con las estructuras históricas.

Uno de los distritos más emblemáticos de Bakú es el casco antiguo, conocido como Icherisheher. Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está rodeado de murallas y alberga importantes monumentos históricos, como el Palacio de Shirvanshah y la Torre de la Doncella, símbolo de la ciudad. Esta mezcla de historia y modernidad hace de Bakú una ciudad única en la encrucijada de influencias orientales y occidentales.

A partir del siglo XIX, Bakú comenzó a desarrollarse rápidamente gracias al auge de la industria petrolera. El petróleo desempeñó un papel central en la economía de la ciudad, convirtiendo a Bakú en uno de los principales centros de producción de petróleo del mundo. Hoy en día, este recurso sigue siendo esencial para la economía del país, pero Bakú también intenta diversificar sus actividades, sobre todo en los campos de la tecnología y el turismo.

El contraste entre lo antiguo y lo moderno es especialmente evidente en los edificios emblemáticos de Bakú, como las famosas Torres de la Llama, tres rascacielos en forma de llamas que iluminan la ciudad por la noche, y el Centro Heydar Aliyev, una estructura futurista diseñada por la arquitecta Zaha Hadid. Este centro simboliza la voluntad de Bakú de proyectarse hacia el futuro respetando sus raíces culturales.

Bakú también acoge grandes acontecimientos internacionales, como el Gran Premio de Azerbaiyán de Fórmula 1 y el Festival de Eurovisión en 2012, que han contribuido a impulsar su imagen en la escena internacional. El gobierno ha invertido en numerosos proyectos de infraestructuras para modernizar la ciudad, atraer turistas y hacer de Bakú un destino imprescindible en la región.

Culturalmente, Bakú es un lugar donde se celebran las artes, la música y la literatura. La ciudad cuenta con numerosos teatros, museos y galerías de arte. La música tradicional azerbaiyana, el mugham, un género de música clásica oriental, está incluida en la lista del patrimonio inmaterial de la humanidad de la UNESCO, y Bakú es el corazón de esta tradición.

Por último, la singular geografía de Bakú contribuye a su encanto. La ciudad está situada por debajo del nivel del mar, a unos 28 metros bajo el nivel del mar, lo que la convierte en la mayor ciudad del mundo a tan baja altitud. Su posición junto al mar Caspio ofrece un magnífico paisaje costero, y el clima seco y ventoso, típico de las zonas semiáridas, da a Bakú el sobrenombre de «ciudad de los vientos».

Bakú es una capital dinámica y llena de contrastes, donde confluyen modernidad y tradición. Su riqueza cultural, histórica y económica la convierten en una ciudad única en el corazón de Azerbaiyán.

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