¿Quién es la primera estrella internacional del tenis femenino?

Suzanne Lenglen está considerada la primera verdadera estrella internacional del tenis femenino. Nacida en Francia en 1899, revolucionó el tenis femenino en la década de 1920 con su estilo de juego único y sus impresionantes actuaciones. Antes de ella, el tenis femenino estaba dominado en gran medida por jugadoras británicas y estadounidenses, pero Suzanne Lenglen situó a Francia en el centro de la escena internacional.

Desde muy pequeña, Suzanne Lenglen mostró un talento excepcional para el tenis. Fue entrenada por su padre, que reconoció sus dotes deportivas desde muy joven. En 1914, a la edad de 15 años, ganó el Campeonato Mundial de Tenis sobre Hierba (el equivalente femenino de Wimbledon en aquella época). Sin embargo, la Primera Guerra Mundial interrumpió su carrera, que volvió a despegar tras el final del conflicto.

Suzanne Lenglen es conocida sobre todo por dominar el tenis femenino en la década de 1920. Ganó seis títulos individuales en Wimbledon entre 1919 y 1925, así como dos medallas olímpicas en los Juegos de Amberes de 1920 (oro en individuales y dobles mixtos). En total, ganó 81 torneos internacionales, lo que la convierte en una de las jugadoras más laureadas de todos los tiempos. También ganó varios títulos en el Abierto de Francia (ahora Roland Garros).

Pero no sólo su palmarés hizo historia en el tenis. Suzanne Lenglen revolucionó el tenis femenino con su estilo de juego. Jugaba un tenis muy agresivo y dinámico en una época en la que el juego femenino era más lento y a menudo se basaba en intercambios más pasivos. Era conocida por su potente y precisa derecha y sus excepcionales voleas. Introdujo un estilo de juego más rápido que prefiguró el tenis moderno.

Suzanne Lenglen también era una figura especial fuera de la pista. A diferencia de muchas jugadoras de su época, que vestían ropa larga y abultada, ella llevaba un atuendo más deportivo y moderno: falda corta y blusa ligera, lo que escandalizó a algunos en su momento, pero marcó el inicio de una evolución en la moda deportiva. También fue una de las primeras deportistas en firmar un contrato de patrocinio con una marca, convirtiéndose en pionera de la relación entre atletas y empresas comerciales.

Apodada La Divine por la prensa, Suzanne Lenglen congregaba multitudes en cada uno de sus partidos. Su carisma y su talento atrajeron a un nuevo público al tenis, tanto en Francia como en el extranjero. Contribuyó a popularizar este deporte en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, donde realizó numerosas giras. Suzanne Lenglen no sólo dejó su huella en la historia del tenis por sus victorias, sino también por su influencia en la forma en que se percibe y se practica este deporte.

Sin embargo, la carrera de Suzanne Lenglen no estuvo exenta de polémica. En 1926, tras una controversia con los organizadores de Wimbledon, decidió abandonar el tenis amateur y unirse a las filas profesionales. En aquel momento, esto significó el final de su carrera en los Grand Slams. Fue una de las primeras jugadoras en hacer esta transición, anticipándose a la profesionalización del tenis que no llegaría hasta mediados del siglo XX.

Suzanne Lenglen murió prematuramente a los 39 años, pero su legado perdura. La pista Suzanne Lenglen de Roland-Garros lleva su nombre en homenaje a su contribución al tenis. Hoy se la reconoce no sólo por sus logros deportivos, sino también por allanar el camino para el reconocimiento internacional de las mujeres en el tenis y por definir lo que significa ser una verdadera estrella en el mundo del deporte.

Suzanne Lenglen es indiscutiblemente la primera estrella internacional del tenis femenino. Su brillante carrera, su innovador estilo de juego y su influencia en el mundo del deporte la convierten en una figura emblemática de la historia del tenis.

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