¿Pican los ácaros?

Los ácaros no pican. Los ácaros son artrópodos microscópicos que se alimentan principalmente de piel muerta. A menudo son responsables de reacciones alérgicas en algunas personas sensibles, pero no pican.

Los ácaros del polvo pueden desencadenar reacciones alérgicas en personas sensibles, provocando síntomas como estornudos, tos seca, rinitis alérgica, ojos llorosos, picor en la piel e incluso asma. Los alérgenos de los ácaros del polvo se encuentran en cojines, colchones, alfombras, ropa de cama, cortinas y otros lugares donde puede acumularse el polvo. Las personas alérgicas a los ácaros del polvo suelen tener que evitar los lugares donde viven y mantener su entorno lo más limpio posible.

Además de evitarlos, el uso de antihistamínicos, corticosteroides o incluso la desensibilización por parte de un alergólogo puede ayudar a las personas alérgicas a controlar sus síntomas. Aunque los ácaros del polvo no pican, las picaduras de insectos como abejas, avispas, garrapatas e himenópteros pueden provocar reacciones alérgicas.

Los síntomas de una reacción alérgica pueden incluir erupción cutánea, urticaria, enrojecimiento, hinchazón, picor, tos, dificultad para respirar, rinitis alérgica, conjuntivitis, angioedema e incluso shock anafiláctico, que es una reacción alérgica grave y potencialmente mortal. Si es propenso a las reacciones alérgicas, es importante que sea consciente de su entorno y tome las medidas adecuadas para evitar posibles desencadenantes.

Si es alérgico a las picaduras de insectos, debe llevar siempre epinefrina por si sufre un ataque de asma o una reacción anafiláctica. Si cree que padece una alergia alimentaria, un alergólogo puede realizarle pruebas cutáneas y sanguíneas para determinar los alérgenos alimentarios. Las personas alérgicas deben ser conscientes de su entorno y tomar precauciones para evitarlo. Consulte a un alergólogo para que le aconseje sobre cómo controlar las alergias.