¿De qué continente proceden las capuchinas?

Las capuchinas son originarias de Sudamérica. Originarias de las regiones montañosas de los Andes, sobre todo de Perú, Colombia y Bolivia, las capuchinas son plantas herbáceas anuales o perennes del género Tropaeolum. Se cultivan como plantas ornamentales por sus flores de vivos colores, que van del amarillo al naranja y al rojo.

Las capuchinas fueron introducidas en Europa en el siglo XVI por exploradores españoles y portugueses. Rápidamente se hicieron populares en los jardines europeos por su belleza y facilidad de cultivo. Además de ornamentales, las capuchinas son comestibles. Sus flores, hojas y semillas tienen un sabor ligeramente picante y suelen utilizarse para adornar ensaladas y otros platos culinarios.

Las capuchinas también son conocidas por sus propiedades medicinales. Son ricas en vitamina C y tienen propiedades antibacterianas y antifúngicas. Tradicionalmente se utilizan para tratar diversas dolencias, como infecciones respiratorias y del tracto urinario.

En jardinería, las capuchinas suelen utilizarse como plantas de compañía. Pueden repeler ciertas plagas de insectos, como los pulgones, lo que las convierte en una sabia elección para los jardineros ecológicos. Las capuchinas también pueden atraer insectos polinizadores, lo que contribuye a la salud general del jardín.

Las capuchinas son originarias de Sudamérica. Originarias de los Andes, estas plantas ornamentales y comestibles son apreciadas por sus vistosas flores, su sabor picante y sus múltiples usos en la cocina y la medicina tradicional.